top of page

 

MORDEDURAS

 

El estudio de mordeduras se analiza por evidencias biológicas (análisis celular y restos salivales de la zona) o evidencias morfológicas (donde generalmente se usa la fotografía digital, para mantener la huella lo más exacta posible, e impresiones dentales).

Mediante el análisis biológico se puede determinar el grupo sanguíneo, estudio del ADN o de la flora microbiana del culpable, mientras con el análisis morfológico se compara la anatomía del sospechoso con la huella mediante la impresión dental de éste, pero también de la víctima, ya que en ocasiones se autolesionan con el fin de incriminar al agresor.

Son lesiones típicas de casos de maltrato, tanto sexual como infantil.

 

Localización más frecuente:

- Mujeres: la situación más frecuente es en brazos, pechos y piernas.

- Hombres: la mayor frecuencia es en brazos y hombros.

- Niños: extremidades superiores seguidas de cara, cuello y extremidades inferiores.

 

Diferencia entre mordeduras de víctimas o agresores:

     -Mordeduras de víctimas: generalmente se producen por autodefensa. Se caracterizan por estar         bien delimitadas ya que el agresor no suele impedirlas.

 

     -Mordeduras de agresores: por el contrario, cuando el agresor muerde a la víctima, suele haber           desgarro y deslizamiento causado por el movimiento para huir de esta última.  

 

Caso resuelto por la odontología forense a través de mordeduras:

 

En 1979 sentenció a muerte a Theodore “Ted” Bundy en Estados Unidos.

Asesinó a 36 estudiantes, y en una reyerta con uno de ellos, le propinó un mordisco antes de matarlo. La fiscalía, al descubrir la mordedura, convocó a odontólogos forenses para hallar al asesino.

Las huellas se encontraban en perfecto estado, y las características dentales de Bundy eran muy identificables. El jurado, después de la presentación de las evidencias de los odontólogos, dictó sentencia y declaró culpable a Bundy.

Bundy_FLA_8179.jpeg
bottom of page